Cuando me cabreo, soy peor persona. Aún.
Y una parte de mí lo disfruta. La parte sádica.
Duelo en el alma.
Estoy muy cabreado.
Yo no soy de los que se desahogan con violencia. No grito. No golpeo.
Yo me desahogo con Martini. Con noche. Con alguna desconocida en un pub. Una pobre chica con la mala suerte de encontrarme con ganas de jugar y ganar.
Hay un verbo precioso. Desfogar. Dar salida al fuego.
Hoy toca.
Alomejor esa "pobre" chica busca lo mismo y no ganas, sino que empatáis.
ResponderEliminarPues todos contentos a casita.
ResponderEliminarYo me desfogo con whiksy y ron o escribiendo, en su caso. Una forma muy poco romántica para una chica, pero es lo que hay. De todas maneras, me he prometido no volver a pecar :-P
ResponderEliminarNo obstante, ¿no te resulta vacía la forma en la que te desfogas? Yo, como resultado de ello, siempre acabo sintiéndome peor... Aunque por supuesto, desfogada, que era lo que buscaba al fin y al cabo.
Voy a seguir husmeando en tu blog. Me gusta...