(By Zagros. Con un par.)
Regañadme lectores. Decidme idiota. Sentid compasión de mi y abofeteadme. Me lo he ganado.
Estoy enamorado.
No se cómo empezar esto. Han desmontado mi juego. El niño que antes me decía que yo estaba jugando sucio ahora está sentado en un rincón riéndose de mi.
Esto es debido a que el castillo de naipes que tanto trabajo me había costado construir, a prueba de mujeres, se ha derrumbado. No tenía que haberlo hecho con naipes, dejan huecos.
Por ahí suelta, hay alguien que se ha colado por esta rendija que deja el egocentrismo y el cinismo, para destruir toda esta estabilidad hipócrita creada.
Por ahí suelto hay alguien que me ha descubierto mientras jugaba al escondite y ahora me toca quedármela.
Y para colmo, las demás tramposas ahora quieren jugar y tocar los huevos. Bien chicas, hicisteis trampas, ahora os toca joderos.
Esas mujeres que ahora pretenden que vuelva a mirarlas, solo por joder.
Ah, sí, se llaman “ex”.
Pues bien, eso mismo hace el perro harto de carne. Si le quitas la carne y le das verdura llora.
Llorad ahora. Es tarde, habéis perdido, y además, un tramposo no soporta que le hagan trampas.
Ni café ni ostias. Y si seguís poniendo zancadillas un día os partirán el tobillo.
¿Último deseo antes de la ejecución? Sí, princesita, tengo una frase para ti: Au Revoir
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