Me pone enfermo la gente sin sangre. Esa gente que pasa de todo. Que nada les parece bien. Que nada les parece mal. Que toman una decisión cada doce domingos, y por llenar el cupo.
Esa gente que cree que lo tiene todo hecho por cambiar de ciudad o de horario de trabajo para verla más tiempo. "Eh, mira lo que he hecho por tí. Ahora tengo derecho a seguir siendo un idiota sin iniciativa, por lo menos hasta Octubre."
Es esa gente que no sabe si pedir el té rojo o verde, y lo piensa en voz alta mientras la camarera espera con la libreta en la mano.
Los que se mienten a sí mismos, no "ahora no, cuando llegue el momento", cegándose a que el momento es, ni más ni menos, cuando tú decides que sea. Pero eso es lo que les falta. Decisión.
Me irritan los que niegan la evidencia con un pasotismo capaz de enervar a un Xiaolin. Los que no reconocen su culpa, no por orgullo (y esto es importante), sino por no ser capaces de afrontarlo y subsanarlo. Por pura falta de determinación.
Y sus vidas bambolean como una vela muerta en un vendaval. Se arrastran. Celebran lo que les viene, se amargan por lo que no consiguen, y lloran por lo que se les va, sin pensar siquiera en tomar las riendas con fuerza e ir a por lo que desean. Sin hacer ningún esfuerzo más allá de alargar un poco la mano para ver si llegan, y concluir que es demasiado difícil.
Nah. Es más fácil dejarse llevar, sin pensar, sin decidir.
Curiosamente, son los mismos que se aferran como idiotas a lo que deberían dejar marchar. Tampoco tienen la fuerza suficiente para abrir los ojos y darse cuenta de ello.
Debilidad. Disfrazada de lo que sea, de romanticismo, de simpatía, de liderazgo, incluso de virilidad. Pero debilidad, en el fondo, en grado sumo.
Me pone enfermo.
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a mi también, por eso dejé a mi novio hace tres días
ResponderEliminarSi me permites la corrección... es horchata con h. Y la verdad es que si que a mi también me saca de las casillas ese tipo de gente, pero que lo de no saber elegir no es ineherente a esa gente, a mi me suele pasar que no sé elegir cuando hay mucho donde escoger... ahí me he sentido herida y eso que yo tengo por sangre una olla hirviendo de vinagre. Pero bueno, no me ofendo porque luego dicen que el que se pica ajos come y yo no son ajos precisamente lo que devoro.
ResponderEliminarGracias por la corrección.
ResponderEliminarSiempre hay mucho donde elegir, Endina. Siempre.
Hay un premio para ti en mi blog www.20pocos.blogspot.com
ResponderEliminarENHORABUENA!
No siempre, como no me contestaste en su momento pensaré que te llamas francisco alberto
ResponderEliminarA mí me hace gracia que la gente se irrite sola justamente de la debilidad de los demás. ¿No tendría que darles lo mismo?
ResponderEliminarfíjate y que no te resulte curioso que estos sangrehorchata se aferren a cosas para no dejarlas ir, porque ellos mismos son los que no se atreven a alcanzar cosas nuevas, y por ello tienen miedo a quedarse sin nada...
ResponderEliminarcuando te leí por primera vez pensé que tu blog se debería llamar "lo que me toca los huevos..." y cada día me reafirmo más
:D